martes, 9 de febrero de 2016

Blue Oyster Cult

Hoy se inicia en este humilde blog la colaboración de otro apasionado de la música, mi hermano Carlos Olivares. De vez en cuando nos deleitará con alguno de sus grupos preferidos, que seguro que complementan a los míos. Y empezamos con un grupo poco conocido, pero que a ambos nos encanta...



¿Qué pasa cuando juntas a unos grandes músicos, los textos de un poeta, a Patti Smith, permanente inspiración lisérgica y las ganas de comerse el mundo de un grupo de jóvenes americanos a finales de los sesenta? Que la cosa peta, claro.
Blue Öyster Cult es una de las bandas más infravaloradas de la historia de la música. Su larga trayectoria está llena de temazos que has escuchado mil veces y que quizá no asocias a ellos, pero sí a otros grupos que les han versionado, como Metallica, Bonnie Tyler, Iced Earth y hasta Apollo 440, entre otros muchísimos.
Empezaron dando bandazos por la zona de Long Island, sin un nombre definitivo (en sus inicios eran Soft White Underbelly, que usaron durante los ochenta para tocar en pequeños garitos sin llamar mucho la atención) y con varias intentonas de formalizar una alineación estable. Sin menospreciar a ninguno de los miembros que han pasado por sus filas, como los hermanos Bouchard, el enorme y ya desaparecido Allen Lanier a los teclados o el poderoso Bobby Rondinelli (Quiet Riot, Rainbow, Black Sabbath…) a la batería en sus últimos discos, tenemos que destacar dos personajes clave: Eric Bloom, el cantante de las eternas gafas oscuras y Donald “Buck Dharma” Roeser a la guitarra, el cerebro de la banda. Son los dos únicos miembros presentes en todos los lanzamientos de la banda. Si bien estos dos papeles están bien definidos, casi todos los miembros de la banda han participado cantando algún tema en algún momento, aunque también es habitual ver a Eric Bloom a la guitarra… en fin, todo un espectáculo en directo, sin duda.


Blue Öyster Cult vendiendo seis bragas a un euro en el mercadillo.

En 1972 publican su primer disco, Blue Öyster Cult, donde ya demuestran su calidad con temas que a día de hoy son considerados no sólo clásicos de la banda, sino auténticos estándar del proto-heavy metal, sin dejar de lado el puro rock and roll o el blues. Difíciles de catalogar desde el principio, así que para los que disfrutamos de muchos estilos y odiamos las etiquetas, no hay nada mejor. Aquí leeremos por primera vez los textos de Sandy Pearlman, productor musical, compositor y poeta, colaborador habitual en sus letras. Desde el inicio con la guitarrera Transmaniacon MC, pasando por el súper clásico Cities on flame with rock and roll o la tremenda Then came the last days of May, el disco debut es un disco top. Pronto empiezan.
Then came the last days of May
Stairway to the stars
Al año siguiente publican Tyranny and Mutation. Como curiosidad, el único disco donde aparecen presentados como The Blue Öyster Cult. En este disco veremos un salto de calidad en la producción y una mayor presencia de sintetizadores. También la primera colaboración de Patti Smith con la banda en Baby Ice Dog.
The red and the black
Baby Ice Dog
Llegamos a 1974. ABBA gana Eurovisión, Nixon dimite y BÖC publican Secret Treaties, uno de los mejores discos de la historia del rock. Volvemos a ver a Patti Smith escribiendo para ellos, aunque el trabajo principal en las letras recae en Pearlman. Resulta muy difícil elegir un par de temas para este artículo, pero vamos a lanzarnos con los dos que cierran el disco; la atmosférica Flaming telepaths y la joyita Astronomy, versionada por Metallica en 1998 con bastante buena acogida.
Flaming telepaths
Astronomy
Agents of Fortune. O el disco con una de las portadas más horribles de todos los tiempos. O cómo reducir injustamente una carrera espectacular a un solo tema. Incluso he llegado a leer cómo les catalogaban de one hit wonder. ¡A Blue Öyster Cult! Imperdonable.


Hola, soy Freddy Mercury mal dibujado haciendo de Locomía con el tarot, qué pasa.
Pero el caso es que sí, aquí está su canción más famosa. Estamos en 1976 y nace el mito de (Don’t Fear) The Reaper. Agents of Fortune está casi a la altura de Secret Treaties y es una delicia de principio a fin. En esta época el grupo estaba en lo más alto de su creatividad y también eran inmensamente reconocidos. El lado bueno de la fama es que con este disco obtuvieron su primera certificación de platino en EEUU, pero también empezaron a arrastrar una leyenda sobre sus fuentes de inspiración (drojas y colacao adulterao), sus influencias esotéricas y demás chorradas asociadas. Incluso se les llegó a acusar de nazismo cuando algún colectivo de lumbreras creyó ver ciertas similitudes entre su logotipo y la esvástica apropiada por los nazis. Vamos a quedarnos con Sinful Love  y una tremenda versión de E.T.I. (Extra Terrestrial Intelligence) en directo, otro de los fuertes de la banda.
Sinful Love
E.T.I.
¡Nazismo en Los Simpsons!

Hablar de Spectres (1977) es hablar de Godzilla, otro megahit para siempre asociado a ellos, pero muchas veces versionado por otros artistas. Hemos pasado por la mejor etapa de BÖC y después de dos discazos, un par de oros y un platino siempre es difícil que el próximo disco sea bien recibido. Spectres tiene una muy buena selección de temas y vuelve a conseguir otra certificación, esta vez de oro, pero volvemos a quedarnos un peldaño por debajo de trabajos anteriores. Personalmente, incluye uno de mis temas favoritos de la banda, I love the night.
Godzilla
I love the night
La banda se adelantó al sonido de los ochenta. Vale, sólo un año. En 1979 publican Mirrors, sus melodías pegadizas y facilonas, la producción recargada y brillante (en el sentido más estridente de la palabra) no surten el efecto esperado. Fue un bajón para los seguidores, pero también para la banda, que tras encadenar éxito tras éxito esperaba más. Es el primer disco en el que no colabora Sandy Pearlman, aunque en esta ocasión cuentan con la ayuda de Michael Moorcock, autor de la saga fantástica de Eric de Melniboné, en las letras de The great sun jester.
I am the storm
Moon crazy
En 1980 buscan dar otro giro a su sonido y contactan con el reconocido productor Martin Birch (Deep Purple, Iron Maiden, Fleetwood Mac, Black Sabbath, Whitesnake y paro ya) para la grabación. Efectivamente consiguen lo que técnicamente se denomina como “sonidazo de cojones”. Un sonido brillante (ahora mejor que antes) y lleno de matices que ayuda a que buenas composiciones como Monsters o The Marshall Plan suenen como se merecen. La poderosa Black Blade que abre el disco vuelve a adentrarse en la saga fantástica de Melniboné. En general estamos ante un disco de heavy metal que no tiene nada que envidiar a producciones de los mismísimos Iron Maiden o Judas Priest, que bien orgullosos habrían estado de firmar temazos como Lips in the Hills. Siempre con el toque personal de los BÖC, claro. ¿Heavy con saxofones? Sí, funciona.
Monsters
The Marshall Plan
Nos ponemos de pie para recibir en el glorioso año de 1981 al épico Fire of Unknown Origin, que supone otro salto para volver a ponerse en lo más alto. Vamos a juntar todos los ingredientes de la fórmula del éxito: Martin Birch, Patti Smith, Pearlman, Moorcock y la genialidad habitual de los miembros fijos de la banda. Desde la pomposa apertura con la canción homónima, o la genial Burnin’ for you, que debió de ser la canción que más suspensiones de coches en descampados movió entre los chavaletes de la época, o After Dark, o Joan Crawford (desquiciante letra sobre la personalidad de la actriz y la relación con sus hijos)…otro disco que hay que escuchar de principio a fin muchas veces.
Burnin’ for you
Joan Crawford
Y aquí es cuando la cosa peta.

Ya en plenos años ochenta, la banda comienza una travesía por el desierto durante la cual publican tres discos: The revölution by night (1983), Club Ninja (1985), Imaginos (1988). Justo tras la publicación de Fire of Unknown Origin, el batería Albert Bouchard abandona la banda, siendo el primero de los numerosísimos cambios de componentes que sufrirán entre los ochenta y los noventa.
El Revölution supone adentrarse en el AOR más comercial y aireable de la época y buenos ejemplos de ello son Shooting Shark o Take me Away, escrita a medias entre Eric Bloom y el compositor canadiense Aldo Nova (quien colaboró con Bon Jovi y ganó un Grammy por la producción del Falling into You de Celine Dion, entre otros méritos cardados). 

Aldo Nova recién levantado.
Take me away
Club Ninja es un disco de transición, pero claro, eso lo sabemos ahora. Por aquel entonces la banda esperaba que fuese su retorno a lo más alto. El disco falla al tratar de buscar un sonido y un estilo al que la banda no pertenece y supuso un fracaso comercial. No es mal disco, Blue Öyster Cult no tienen mal disco, pero no es lo que se esperaba de ellos. El paso del tiempo ha sido más justo con este trabajo, que con los años ha ido encajando cada vez mejor en la compleja historia de la banda, cuadrando de alguna manera ese hueco ochentero que había que rellenar con las tendencias que los tiempos exigían. Con todo ello, cuántas bandas habrían matado por firmar temazos como White Flags o Shadow Warrior. Este es el único disco sin el fallecido teclista Allen Lanier que volvería a la banda poco después (primero volvió a la banda y años más tarde murió. De momento los únicos con muertos vivientes en sus filas son los Rolling).
White Flags
Shadow Warrior
Ya casi al final de la década, publican Imaginos, su disco con sonido más descaradamente ochentero. Producción bombástica y caña en un disco conceptual basado en una idea original de Pearlman y con una historia bastante extensa que si os interesa os dejo en este enlace, donde se explica todo mucho mejor de lo que yo podría resumirlo: https://en.wikipedia.org/wiki/Imaginos
Un disco muy, muy entretenido y que sin ser de sus mejores trabajos se deja escuchar muy bien.
Del Rio’s Song
Años después, en 1994, publican un refrito de algunos de sus temas más míticos. Lo llamaron Cult Classic y se quedaron tan anchos.
Llegamos a sus dos últimos discos de estudio, Heaven Forbid (1998) y Curse of the Hidden Mirror (2001). Si os soy sincero, no los he escuchado demasiado. Son discos algo diferente a lo que la banda hizo anteriormente. Una producción mucho más moderna, acorde a los tiempos y un sonido mucho más potente (por momentos podrías pensar que estás escuchando a los Metallica de la época). Tampoco son malos discos, ni mucho menos, pero son otra cosa y a mí me cuesta mucho encajarlos en la historia de la banda. El tiempo transcurrido entre lanzamientos tampoco ayuda al encuadre en su discografía. En Heaven Forbid podemos encontrar una continuación de la mítica Burning for you que no hace justicia a la primera parte y temas muy metaleros como la apertura con See you in Black o Hammer Back. Curse of the Hidden Mirror es su último disco hasta la fecha. Un disco que sigue bastante la línea del penúltimo.
Still Burnin’
One Step Ahead of the Devil
No se puede terminar esta entrada sin mencionar los tremendos directos que han publicado durante su larga trayectoria. Muy recomendables los dos primeros On your Feet or on your Knees (1975) y Some Enchanted Evening (1978) y también el publicado en DVD en 2002 A Long Day’s Night que sirve un poco de auto-homenaje porque ellos lo valen, claro que sí. En youtube hay montones de grabaciones muy interesantes de todas sus épocas, donde se pueden encontrar algunas joyazas.
A long day’s night
Y por último, un ejemplo de Blue Öyster Cult en la cultura popular. Ya hemos visto a Homer luciendo con orgullo su colgante con la cruz BÖC, pero si algo contribuyó al mito moderno de (Don’t fear) The Reaper fue el graciosísimo sketch del Saturday Night Live donde el genial Christopher Walken exige lo que la canción necesita a un desatado Will Ferrell.

Ah, casi se me olvida, por si no la habíais buscado antes, aquí está el mejor tema de la historia, que no deja de ser otra canción de AMOL CON MÄYÜSCÜLÄS:
(Don’t fear) The Reaper